viernes, 14 de enero de 2011

Ideas para un uso efectivo de las políticas de recompensa

Siguiendo con el libro de Daniel H. Pink, “La sorprendente verdad sobre los que nos motiva”, éste nos plantea los siete fallos letales de la política basada en el palo y la zanahoria:

1. Pueden eliminar la motivación intrínseca.
2. Pueden reducir el rendimiento.
3. Pueden aplastar la creatividad.
4. Pueden desbordar la buena conducta.
5. Pueden potenciar la trampa, los atajos y la conducta poco ética.
6. Pueden volverse adictivos.
7. Pueden potenciar el pensamiento a corto plazo.

La motivación intrínseca es clave para el desarrollo de trabajos creativos e interesantes en sí mismos, y ese tipo de motivación tiene muchas posibilidades de verse mermado por los estímulos externos, tal y como veíamos en un post anterior.

Sin embargo, Pink nos plantea que los trabajos rutinarios y poco interesantes requieren un jefe. En ese tipo de trabajos no hay una motivación intrínseca que pueda ser mermada. Para este tipo de tareas, poco interesantes y que no requieren un pensamiento creativo, las gratificaciones pueden aportar cierto empuje motivacional sin los efectos secundarios negativos. Las posibilidades de éxito con el uso de técnicas de motivación extrínseca aumentan si:
  
- Ofreces una explicación lógica de por qué la tarea es necesaria (le das sentido).
- Reconoces que la tarea es aburrida (gesto de empatía).
- Permite que los colaboradores trabajen a su manera (autonomía, no control).



Ahora bien, Pink no plantea un enfoque maximalista en contra de las políticas de incentivos. Reconoce que la ciencia demuestra que es posible, aunque complicado, incorporar recompensas en los entornos no rutinarios y más creativos sin provocar daños. Para ello, el mejor enfoque es haber establecido previamente las condiciones para que el entorno sea realmente estimulante. Las compensaciones de base ya deberían ser suficientes. Si esos elementos ya están en su lugar, la mejor estrategia es transmitir una sensación de emergencia e importancia .... y luego no entorpecer el camino a su talento.

Podría potenciarse algo el rendimiento con un uso delicado de la recompensa:
   ha de ser inesperada y ofrecida solo una vez terminada la tarea;
   ten en cuenta las gratificaciones no tangibles;
   aporta información útil, información que ayude a comprender lo que se está haciendo bien,
   cuanto más se centre el reconocimiento en el esfuerzo y la estrategia (y no tanto en un resultado concreto) más eficaz será.

En el gráfico adjunto se resume este esquema para el uso efectivo de la política de recompensa.

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